Los casos de VIH en Europa aumentaron según la última medición del 2022, pero, como dato alentador, disminuyeron las muertes.
Las palabras VIH y SIDA continúan generando terror en las sociedades del mundo, aun cuando la ciencia sigue avanzando con buenos resultados y cada vez se le puede dar mayor pelea a estas enfermedades. Las personas infectadas, de todos modos, siguen afrontando estigmas y son varias las organizaciones que intentan desterrar estos señalamientos aportando información de los casos y recomendando un rápido diagnóstico.
Para empezar, se debe comprender que VIH y SIDA son dos conceptos parecidos, pero distintos. VIH, cuyas siglas se leen como “virus de la inmunodeficiencia humana”, significa justamente un virus, hace referencia a ese virus y a la infección que provoca. En cambio, SIDA, que significa síndrome de inmunodeficiencia adquirida, se refiere a la fase más avanzada de la infección por VIH.
Los números del 2022, los últimos con porcentajes oficiales
Se dieron a conocer este fin de año los números oficiales que se actualizan anualmente sobre los datos del virus de la inmunodeficiencia. Hay estadísticas que siguen siendo preocupantes, generando alarmas nuevas, y hay otras cifras que llegan para aportar mayor tranquilidad y confianza a la hora de afrontar un tratamiento.
Un informe que ha publicado la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en conjunto con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), devela que los casos de VIH subieron en Europa un 30% durante 2022. En limpio: fueron diagnosticadas 2,4 millones de personas.
¿Qué pasa con los casos de SIDA? Según los datos de Vigilancia VIH/SIDA en Europa, durante 2022 se mantuvieron los casos de SIDA en el continente, sin variar demasiado ni para arriba, ni para abajo, pero las muertes que se relacionan con esta enfermedad sí volvieron a disminuir, lo cual es una información muy alentadora que confirma que la ciencia avanza por buen camino para ponerle fin a este problema.
Ahora bien: no se debe soslayar que dichas entidades encargadas de estos informes calculan que una de cada diez personas de la Unión Europa no saben si padecen VIH o SIDA. Esto no sólo genera un grave problema en el ser humano infectado, claro está, sino que, además, aumenta la propagación de la enfermedad.
En el caso de España, el Grupo de Estudios del SIDA de la SEIMC (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) subraya que más del 40% de los infectados por VIHI recibieron un diagnóstico tardío.