La Lotería de Navidad ya es parte del pasado, pero nos queda la del Niño por delante: los detalles y sus diferencias
La Navidad es sinónimo de pasar tiempo con tus seres queridos y de gastar más dinero del que tenías pensado. Siempre que llegan estas fechas te marcas un presupuesto, pero lo cierto es que resulta realmente complicado cumplirlo al 100%. Siempre hay imprevistos o gastos de más que debes acometer por aquellas personas que han estado contigo durante todo el año y se merecen esos regalos tan espectaculares. También es sinónimo de ganar dinero, aunque no es ni mucho menos seguro para todos.
Como por todos es sabido, la Lotería de Navidad es una de las más típicas tradiciones de estas fechas en España. Miles de hogares y familias han jugado como cada año a este gran sorteo celebrado en el Teatro Real de Madrid. El mayor premio, el denominado El Gordo, es de cuatro millones de euros a la serie, o lo que es lo mismo, 400.000 euros por cada décimo jugado. El valor de uno de ellos, antes del sorteo, es de 20 euros, por lo que tu margen de beneficio es sumamente inmenso. También destacan los segundos premios, cuya cuantía sería es de 125.000 euros, los terceros, con 50.000€ y los cuartos, que pueden aportar 20.000 euros por cada décimo jugado.
¿Cuáles son las diferencias entre la Lotería de Navidad y la del Niño?
Sin ningún tipo de asombro, la Lotería de Navidad es la más conocida de toda España. Dicen, con razón, que es la que más dinero reparte en estas fechas, pero también hay que tener en cuenta que uno de cada tres décimos en la del Niño, tiene premio. La principal diferencia es la cantidad de dinero que se reparte en ambos sorteos.
Mientras que la del Niño destaca por repartir muchos premios menores, la de Navidad no lo hace tanto. El primer premio de la del Niño reparte un total de dos millones de euros a la serie. Esta cuantía corresponde a 200.000 euros al décimo. El segundo y tercero es de 75.000 y 50.000 al décimo, cantidades muy lejos de las del sorteo de Navidad. Otra gran diferencia es la de la preparación. Mientras que el día 22 de diciembre hay dos bombos, lo que alarga el tiempo, en la del Día de Reyes hay cinco. Todos ellos corresponden a un número diferente de los décimos premiados (decenas y unidades de millar, centenas, decenas y unidades).
Más allá de que un sorteo de comienzo a la Navidad y otro la clausure, el del 22 de diciembre es mucho más antiguo. Corresponde a principios del siglo XIX, mientras que el del Niño arrancó en 1941.