Los problemas de la China de Xi Jinping son más graves de lo que pueda parecer: a nivel mundial aguanta el pulso con los Estados Unidos
China será la primera potencia a nivel mundial en los próximos años según los últimos estudios. Estados Unidos arrastra problemas, pero pese a esto su economía interna es bastante más sólida que la de los ciudadanos chinos. Es algo realmente complicado de explicar, pero los problemas chinos aumentan con el paso de los años y en varias vías diferentes. Ahora mismo tienen tres grandes quebraderos de cabeza que complican la inversión y el día a día de Xi Jinping.
El gran problema no es otro que el sector inmobiliario. Puede parecer una buena noticia, pero los precios de las viviendas han sufrido recientemente su caída más pronunciada desde 2015. Este hecho se debe a la falta de gasto por parte de sus ciudadanos y, sobre todo, debido a la falta de inversión privada. Esta está lastrando la economía china hasta niveles difíciles de gestionar. Gran parte de su economía desde la última crisis estaba centrada a la construcción de inmuebles a los que ahora no pueden hacer frente por muy bajos que sean los precios. Esta situación tan dramática se une a otra que hace aumentar la gravedad.
La deuda y la reducción de la población, otros problemas de China
Hay muchos inmuebles que están vacíos en China, pero este problema se agrava aún más por otros motivos. El que sin duda está lastrando a la economía china es la reducción de la población. En 2022 mandó un pequeño aviso con más de 800.000 chinos menos, pero el dato de 2023 es todavía peor. Tal y como se ha podido confirmar, la población se ha reducido en casi tres millones de ciudadanos chinos.
Pese a que el PIB ha aumentado en un 5,2%, lo cual es un 0,2% más que las previsiones, el dato no es nada alentador teniendo en cuenta el crecimiento de la deuda china. Han aplicado economías de endeudamiento para salir adelante, pero ahora se están dando cuenta de los efectos de todas esas medidas. Han visto como la deuda del país se ha situado en el 286,1% del PIB. Es un dato escalofriante teniendo en cuenta, por ejemplo, que la española es un verdadero drama y supera ligeramente el 100%. Esta deuda ha aumentado a nivel público, mientras que el endeudamiento por hogar ha disminuido en poco más del 2%.
Las circunstancias no son para nada alentadoras para el país asiático. El futuro es una incógnita al que Xi Jinping debe encontrar una solución cuanto antes. De lo contrario podría sufrir una crisis interna de proporciones bíblicas.