La situación de Tchouaméni y Camavinga en el Real Madrid es absolutamente opuesta tras la dura derrota en el derbi copero
Tras la salida de Carlos Henrique Casemiro del conjunto blanco, la posición del pivote o centrocampista defensivo ha sido mayoritariamente ostentada por Aurelien Tchouaméni. En contraposición, a pesar de ser su demarcación natural, Eduardo Camavinga se ha visto obligado a jugar en otras posiciones y, siendo realistas, ha rendido a gran nivel en todas ellas.
En estos momentos, tras lo sucedido en el derbi de Copa del Rey, Ancelotti tiene un gran dilema: seguir dando confianza a Tchouaméni a pesar de quedar claramente señalado en el encuentro anteriormente mencionado o darle la oportunidad a Camavinga de asentarse de una vez por todas en la posición donde él desea jugar.
La irregularidad de Tchouaméni hace dudar al madridismo
El comienzo del ‘18’ merengue a la capital española fue inmejorable. Desde el primer día, Tchouaméni encajó perfectamente en el esquema de Carlo Ancelotti y supo suplir la baja de Casemiro a la perfección. Tanto es así que, aunque pareciera imposible, el madridismo logró no echar tanto de menos al brasileño y ver en el francés a su legítimo sucesor. Sin embargo, la llegada del Mundial y la carga de partidos que aquello supuso para el jovencísimo pivote galo provocaron que Aurélien regresase tocado y, en lo que quedaba de temporada, no volviera a ser el mismo.
No obstante, en la presente campaña, Tchouaméni parecía haber reencontrado su mejor versión. Tanto es así que, durante este inicio de temporada, se ha erigido como el mejor pivote del mundo, con permiso de Rodri. A pesar de todo ello, en uno de los partidos más importantes de la temporada como era el derbi de octavos en la Copa del Rey, el francés salió del banquillo sin la intensidad necesaria para un partido de este calibre y erró en el momento clave para darle el pase al Atlético de Madrid.
Camavinga tira la puerta abajo juegue donde juegue
En el lado opuesto, hallamos al ’12’ blanco. Un Eduardo Camavinga que, sin hacer mucho ruido como otras estrellas del Real Madrid, se ha convertido en uno de los principales reclamos del madridismo. Y lo ha hecho porque este chico, juegue en la posición que juegue, siempre es capaz de dar el máximo. Ofrece al equipo lo que necesita de él, entiende el fútbol a la perfección y destaca entre los demás.
Por todo ello, quizás Camavinga merezca la oportunidad de poder jugar donde él quiere, donde se siente más cómodo. Viendo el fútbol de cara y con esa capacidad innata para robar balones y romper líneas de presión en conducción. Esta compleja decisión está en manos de Carlo Ancelotti y, a buen seguro, decida lo que decida irá en beneficio de su Real Madrid.