Un niño francés de nueve años ha vivido en un piso sin luz ni calefacción: su madre lo abandonó para irse con su nueva pareja.
Francia entera se ha escandalizado al conocer que un niño de nueve años ha vivido solo después de que su madre lo abandonara para irse a vivir con su nueva pareja. El menor ha sobrevivido en una casa sin luz ni calefacción. A pesar de que algunos vecinos intuían la situación nadie lo denunció.
Dicen que madre no hay más que una y en algunos casos cabe pensarse si menos mal. Eso es lo que se puede pensar al conocer la historia de un niño francés al que su madre abandonó para irse a vivir con su nueva pareja. El menor, de nueve años, ha vivido solo en un piso sin luz ni calefacción. Durante los dos años en los que el niño estuvo desamparado nadie denunció a situación, ni la madre, ni el padre, ni los familiares, ni la nueva pareja de la progenitora ni los vecinos.
El niño se comportó “como un hombre hecho y derecho”
Según cuentan fuentes cercanas a la investigación el menor, a pesar de vivir sólo, nunca lo mencionó ni se quejó de ello en el colegio o ante ningún adulto. Sus notas eran buenas y el chico se alimentaba gracias a las latas de conservas que robaba a algún vecino. Precisamente alguno de sus vecinos afirmaron conocer la situación, pero no denunciaron hasta tiempo después. Trataron de hablar con la madre, pero según consta en la investigación ésta les dijo que se “metieran en sus asuntos”.
Después de que se pusiera en conocimiento de las autoridades, la policía francesa comenzó a investigar, hasta que descubrió que las sospechas eran ciertas. El niño vivía en unas pésimas condiciones, sin luz ni calefacción, tapado en la cama con ropa usada, con la que se protegía los días de frío.
Finalmente, tras detener a su madre, que ha sido condenada a año y medio de prisión y a otros seis de vigilancia electrónica, las autoridades llevaron al menor con una familia de acogida que ha resaltado el buen carácter del menor, que nunca ha hablado mal de su madre, y que se comporta “como un hombre hecho y derecho”.