El campo español se moviliza por todo el país ante la incertidumbre y la pésima situación que atraviesan: la Unión Europea, clave
El hartazgo de campo español ya ha comenzado a ser tangible en numerosas protestas por todo el país y se prevé que sea aún más visible a partir de este martes 6 de febrero. Los agricultores van a mostrar su hartazgo por la excesiva burocracia y la competencia desleal que fomentan desde los propios gobiernos.
A lo largo y ancho de toda España se han venido realizando pequeñas movilizaciones que este 6 de febrero se espera que sean a gran escala. El campo español pretende imitar a sus homólogos europeos y hacer visibles sus reclamaciones ante una situación que, según dicen, no aguantan más. Están de los sindicatos agrarios, que no han sabido capitalizar el descontento en el sector. Los labradores españoles se han movilizado a través de pequeños grupos a través de Whatsapp que han ido creciendo hasta convertirse en Movilización Civil 6F,. Es el nombre de una protesta que amenaza con bloquear las principales vías del país durante los próximos días.
Motivos de la revuelta agraria: la Unión Europea y el campo español
Los motivos que han llevado a los agricultores de toda Europa a realizar protestas a gran escala son muchos y variados. Algunos más propios de un país o una zona, como es lógico pero todos tienen puntos en común. Por un lado, los agricultores se quejan del exceso de burocracia que los asfixia hasta en muchas ocasiones llevarles a un laberinto de papeleo que les hace muy difícil el normal desarrollo de su trabajo. Por otro lado, critican que la UE esté aumentando los controles en el uso de pesticidas en sus productos mientras que con la otra mano importa esos mismos productos de terceros países sin esas regulaciones, lo que termina por encarecer el producto local y hacer inviables las explotaciones.
Una situación similar viven los ganaderos. Estos ven como se priorizan las demandas de “los animalistas que anteponen la salud del ganado a la del ganadero”. Haciendo así que los requisitos para criar animales sean cada vez más estrictos. Lo que provoca que sea más difícil su trabajo y se reduzcan enormemente los márgenes, hasta trabajar con pérdidas.
La situación de Ucrania, a la que España está comprando cereal, mientras que el grano español sigue parado en los almacenes nacionales es otro motivo de descontento. Lo dice Donaciano Dujo, agricultor palentino. Así lo comenta en El Mundo: “Las importaciones de cereal de Ucrania han hecho saltar los precios por los aires, están tirando los precios”. Esto provoca un gran problema. El campo español pierda dinero tras varias campañas en las que ha tenido que sembrar con enormes sobrecostes por el aumento del coste de producción.