Tras su goleada al Girona, la derrota del Atlético de Madrid y el empate del Barça, el Real Madrid tiene a tiro su trigésimo sexto título de liga
Es cierto que, en el fútbol, nunca se puede dar nada por hecho hasta que se confirme. Eso el Real Madrid lo sabe mejor que nadie. Pero, en este caso, muy mal tendría que hacerlo el club blanco para tirar alejar una liga que, en estos momentos, viene camino de Cibales.
La temporada de los chicos de Ancelotti está siendo increíble. Las lesiones, innumerables e inesperadas, ni mucho menos están lastrando a un equipo que está mostrando una regularidad aplastante. Tan solo han perdido un partido en lo que va de liga, cayeron derrotados en Copa en la prórroga y se proclamaron campeones de la Supercopa en Riad. Así pues, los merengues afrontan el momento clave de la temporada con dos aspiraciones claras: LaLiga y la Champions.
El Real Madrid no tiene competidor a nivel nacional
A priori, cuando empezó la temporada, parecía que LaLiga sería, como siempre, cosa de dos: FC Barcelona y Real Madrid. Sin embargo, la pésima temporada del conjunto blaugrana y la poca ambición del Atlético de Madrid hizo entrar en escena a un protagonista inesperado. El Girona de Michel, gran tapado de LaLiga, comenzó a encadenar una dinámica histórica y, en muchos momentos, ostentó la primera plaza de la competición.
Tanto es así que, en 24 jornadas que ya se han disputado de liga, el cuadro gerundense solo ha perdido dos partidos. ¿Adivinan contra quién? Efectivamente, el Real Madrid ha logrado tirar al traste las aspiraciones de la revelación de LaLiga con un 0-3 a domicilio, en la ida, y un 4-0 en el Bernabéu, para acabar de sentenciar el torneo.
Con la liga en el bolsillo, toca pensar en la Champions
Pues bien, con esta última victoria al segundo clasificado y teniendo en cuenta los pinchazos del Barça ante el Granada y el Atleti ante el Sevilla, a los cuales aventaja en 10 y 13 puntos respectivamente, el club de Chamartín debe centrarse en su competición fetiche. El pasado año, el ‘Rey de Europa’ se quedó a las puertas de la segunda final europea consecutiva tras caer goleado ante el City. Esa espinita aún sobrevuela por un Bernabéu que, absolutamente renovado, tiene ganas de venganza y necesidad de recuperar su legítimo trono del Viejo Continente.
Por último, cabe destacar que, el camino de la décimo quinta comienza el próximo martes en Leipzig. Tras el pleno de victorias en fase de grupos, el Real Madrid debe solventar esta primera eliminatoria para continuar avanzando en la competición. El duelo ante el cuadro germano es uno de esos partidos “trampa” que, si no se afrontan con la intensidad adecuada, puede salir muy caro. Los futbolistas merengues deben afrontar cada eliminatoria de UCL como una auténtica final porque solo de esta manera la Diosa Cibeles volverá a engalanarse para recibir a su trofeo favorito.