Ruth y Niko se reencontraron a través del espejo de ‘La Isla de las Tentaciones’ y las sensaciones de la pareja fueron completamente opuestas
La Isla de las Tentaciones continúa encaminándose a su recta final y, después de tanto tiempo sin verse cara a cara, Sandra les comunicó la posibilidad de que una pareja se reencontrará, eso sí, sin poder hablar. Los chicos, en quien recayó dicho privilegio, escogieron unánimemente a Niko, por lo que el tinerfeño volvió a ver a Ruth.
Asimismo, cuando la presentadora acudió a Villa Paraíso, los dos nombres que se pusieron sobre la mesa fueron el de María y el de Ruth. La novia de Niko comprendió que su compañera lo estaba pasando peor que ella y decidió cederle la posibilidad de reencontrarse con David. Sin embargo, lo que ellas no sabían es que aquella decisión ya había sido tomada por los chicos y, por consiguiente, sería Ruth la que tendría la posibilidad de ver a Niko.
Un reencuentro excesivamente frío por parte de Ruth
El tinerfeño, nada más escuchar la voz de Sandra dando inicio a la prueba, salió corriendo hacia el cristal. Lo primero que hizo o, más bien, dijo Niko al llegar fue “te quiero”; sin embargo, la respuesta de su chica fueron una multitud de reproches y malos gestos hacia el tinerfeño. Ruth quiso dejarle claro lo molesta que estaba con él y, por ello, no dejó de representarle a través de gestos los juegos a los que había jugado con su tentadora, su decisión de marcharse del programa sola y el hecho de que, según ella, Niko no la quería.
El bueno de Niko, por su parte, no entendía nada. También le reprochó las malas palabras que había tenido su novia hacia él en Villa Paraíso. Eso sí, aprovechó el resto del tiempo en el espejo para dejarle claro a su chica una y otra vez que la amaba. Además, que quería salir de allí con ella y que tenía claro que no quería perderla. A pesar de los emotivos gestos y palabras dirigidas por el tinerfeño a su novia, Ruth ni se inmutó y continuó mostrándose absolutamente fría e impasible.
Diferentes sensaciones entre Ruth y Niko en la Isla de las Tentaciones
Tras el reencuentro, los concursantes regresaron a sus villas con percepciones completamente contrapuestas de lo sucedido. Ruth llegó a Villa Paraíso asegurando que en los ojos de su novio no había visto amor, sino orgullo. Algo cuanto menos llamativo teniendo en cuenta que Niko le repitió hasta la saciedad que la amaba. Lo hizo en vez de reprocharle las cosas que le habían molestado de ella. Del mismo modo, Ruth le contó a sus compañeras que la única conclusión que sacaba del reencuentro en el espejo es que Niko no solo la quería dejar, sino también quedar por encima suya.
Por el contrario, Niko llegó radiante y notablemente sonriente a Villa Playa. El tinerfeño se ciñó a la realidad en el relato de lo sucedido. Precisamente por eso, ninguno de sus compañeros y tentadoras lograban comprender por qué estaba así de feliz. Niko aseguraba que, a pesar de la frialdad de su chica y de que ni siquiera hubiera sido capaz de enunciar un “te quiero” o “te amo” en los tres minutos que tuvieron para estar juntos de nuevo. Había notado dolor en sus ojos y eso le permitiría explicarse en la hoguera final y recuperar la confianza de su novia.
