El gran problema que tiene por delante Pedro Sánchez en España: aprobación de la ley de amnistía o elecciones adelantadas
Pedro Sánchez afronta las dos semanas más tensas de su segundo mandato como presidente del Gobierno de España. El líder socialista sabe de primera mano que después de las elecciones gallegas tiene varios frentes inesperados por delante. Uno de ellos es sacar adelante sí o sí la ley de amnistía. El gran problema, como cabría esperar, no es otro que el apoyo de Carles Puigdemont. Pase lo que pase, acabará perdiendo de una u otra forma.
Según han comentado en las últimas horas varios medios de comunicación, la idea de Pedro Sánchez pasaba por arrebatar la Xunta de Galicia al Partido Popular. Tras ese hecho, que no se ha producido ni mucho menos, su intención era la de llegar a un acuerdo con Puigdemont. Si este no acertaba, convocaría elecciones generales aprovechando el caos en el principal partido de la oposición por la supuesta inestabilidad que se habría producido en Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, sus planes no han podido salir peor. El pésimo resultado de Gómez Besteiro en las elecciones gallegas ha puedo entre la espada y la pared a Pedro Sánchez, que tiene que llegar a un acuerdo con Junts.
La ley de amnistía tiene fecha clave: las elecciones aparecen en la mente de Pedro Sánchez
Pedro Sánchez ha sufrido dos duros varapalos en pocas semanas. El primero llegó con la ausencia de apoyos en la votación de la ley de amnistía. Todo parecía ir bien, pero Junts negó su “sí” horas más tarde de confirmarse la investigación abierta a Puigdemont por delitos de “alta traición” y “terrorismo”. La legislación no podía ‘salvar’ al expresidente, de ahí el “no” rotundo.
Después de esa situación, la realidad se interpuso en el camino de Pedro Sánchez. Tal y como se acaba de conocer hace solo unas horas, el PSOE ha prorrogado el plazo en el que se puede aprobar la ley de amnistía. Esta podrá ser ratificada hasta el próximo 7 de marzo. Quedan tan solo 15 días para que se tenga que volver a someter a votación. Serán días cargados de tensión entre el presidente y Junts. Negociarán durante horas intensas con la vista puesta a un acuerdo entre ambas formaciones. Lo contrario no favorecería a ninguna de las dos. Si no hay acuerdo, el PSOE tendría que convocar elecciones al no contar con los apoyos suficientes para llevar a cabo su mandato con plenas garantías.
Por el otro lado, Junts se arriesgaría a no tener tanto poder de negociación con unos nuevos resultados electorales. Si ganasen Partido Popular y Vox, la amnistía sería una auténtica quimera. Contrarreloj en el Congreso de los Diputados.