Los tejeringos de Málaga son toda una tradición en el sur de España. ¿Te animas a prepararlos en tu casa? Una receta sencilla.
Seguramente habrás oído hablar sobre los tejeringos de Málaga. Una delicia para acompañar en el desayuno, en la comida, en la merienda o en la cena. La masa frita se acomoda para cualquier momento del día, para disfrutarla con el café con leche o como postre. La elaboración completamente artesanal le da un toque sabroso y tradicional. Una de esas costumbres que vale la pena mantener.
Si bien toda la masa frita de este estilo tiene su origen en el mundo árabe, los churros tejeringos se hicieron muy famosos en Málaga a partir de la década del 60. Llevan una masa bastante más consistente que la que tienen los churros comunes. La receta para que cada uno pueda hacer los tejeringos en su propio hogar es muy sencilla. ¿Te animas a elaborarlos en tu casa? Nosotros te ayudamos dándote algunos consejos…
La receta para hacer los tejeringos de Málaga en tu hogar
Aproximadamente, tardarás alrededor de una hora en poder hacer los tejeringos en tu casa, ya sea en Málaga, en Cataluña, en Galicia o donde vivas. ¿Te parece mucho o poco tiempo? El resultado, más allá del reloj, te parecerá espectacular. Si pensamos raciones para seis personas, debemos tener en cuenta estos ingredientes al momento de hacer las compras en el supermercado: 500 gramos de harina de fuerza, agua templada, 25 gramos de levadura fresca, una cucharada de sal y aceite de girasol. Nada más para este tradicional alimento…
El primer paso es colocar la harina en un gran recipiente, que sea muy amplio. Allí sumamos también la levadura, que la vamos desmenuzando con los dedos. Al mismo tiempo, vamos calentando un poco de agua, no para que hierva, sino para que esté un poco más templada, ni siquiera caliente. Esa agua la vamos añadiendo poco a poco a la harina mientras seguimos removiendo buscando formar una masa. Una vez que se forme la masa, agregamos una cucharada de sal. Y tapamos todo con un paño húmedo durante 20 minutos.
El segundo paso es calentar aceite en una sartén grande. Si es posible, que la sartén sea también profunda. Una vez que esté caliente, vamos introduciendo la masa a través de una jeringa o una manga pastelera, así le damos forma a los tejeringos, una forma circular. Al principio te saldrán medios raros, pero la práctica corrige los errores. Cuando estén dorados, los retiramos del aceite y los dejamos en papel absorbente para que quite el exceso.