¿Sabes cuáles son las bodegas más antiguas de España? Te vas a sorprender con las fechas. Historia viva de los buenos vinos.
No se sabe con exactitud cuándo comenzó el cultivo de la vid. Sin embargo, las primeras evidencias históricas se encuentran en el año 4.000 a.C, en la antigua Mesopotamia. Después, es cierto, esta práctica se expandió de forma veloz por el resto del mundo. Y España es hoy en día un país muy famoso por sus buenos y variados vinos, con gustos para toda clase de persona.
Ahora bien: ¿sabes cuáles son las bodegas más antiguas de España? En este artículo, las repasamos ya que en ellas se puede encontrar también parte interesante de la historia de una nación. Si quieres, puedes servirte un buen vino antes de comenzar a leer esta histórica lista…
La lista con las bodegas más antiguas de España
Bodegas Codorníu. Esta bodega data del año 1551. Sí, no hay error en el número. Existe hace casi cinco siglos y está situada en Cataluña. Es la bodega más antigua de España y no sólo es famosa por su antigüedad, sino que, además, tiene un arte modernista en su estructura y apareció en algunas publicidades.
Bodegas Góngora. Esta bodega es del año 1682 y nace en Sevilla, bien al sur de la Península. Sus botas son de roble americano y casi todas tienen más de 100 años de antigüedad. Si las sumamos, pueden llegar a almacenar un millón de litros de vino. Nada mal, ¿verdad?
Bodegas Alvear. Este emprendimiento se remonta al año 1729, siendo primero una pequeña bodega que se creó cuando Diego de Alvear viajó desde Córdoba hacia Montilla. La empresa continuó siendo familiar, a pesar de que ya pasaron casi 300 años desde su fundación, algo llamativamente interesante. Hoy es una empresa manejada por la octava generación.
Bodegas El Grifo. Esta es la bodega más antigua de Canarias, creada en 1775. Lo curioso es que ya ha pertenecido a tres familias distintas. Primero fue de Los Ribera, luego pasó a manos de los De Castro y desde 1880 es manejada por Manuel García Durán y sus descendientes.
Bodegas Garvey. Esta bodega apareció en 1780 y lo hizo medio de casualidad, con la repentina llegada de su fundador, William Garvey, a territorio español. El hombre irlandés llegó a España buscando ovejas y, luego de una serie de sucesos de novela, dignos de una gran ficción, se terminó quedando en Jerez de la Frontera, donde decidió apostar suerte en este mercado del vino.