La hoguera final entre Borja y Ana en ‘La Isla de las Tentaciones’ fue una de las más emotivas por el gran sentimiento de ambos concursantes
‘La Isla de las Tentaciones’ ha llegado a su fin y en su última emisión pudimos disfrutar del reencuentro entre Borja y Ana. La pareja más longeva de esta séptima edición atravesó una montaña de rusa de emociones que, por momentos, les hizo dudar sobre cómo abandonarían el programa.
Comenzando por Borja, el valenciano a priori entraba en todas las quinielas para ser de los primeros en caer en la tentación. Sin embargo, Borja fue tomando consciencia de que quería a Ana más de lo que imaginaba. Pero no solo eso. Sino que también demostró una confianza plena en ella. En el lado opuesto, si bien es verdad que Ana no jugó tanto como Borja, la joven de 29 años creó una conexión muy fuerte con Napoli, su tentador favorito.
La hoguera final les sirvió para darse explicaciones
Habiendo puesto fin a sus respectivos pasos por Villa Playa y Villa Montaña, la pareja se reencontró en la hoguera final. Ambos tenían muchísimas ganas de verse, pero sabían que debían explicarse ciertas cosas y, tal vez, disculparse por algunas otras para reforzar su relación y salir juntos de ‘La Isla de las Tentaciones’.
Borja comenzó siendo más autocrítico, pidiendo perdón a su novia si había visto algunas imágenes que le habían molestado o dolido. A Ana, sin embargo, le costó darse cuenta de que a su novio no le había hecho ninguna gracia ver su progresivo acercamiento hacia un Napoli. Este, por momentos, parecía su verdadero novio en la villa. La relación entre ambos, sin embargo, parecía aguantar los reveses de lo sucedido en el lugar paradisiáco.
Borja y Ana, el triunfo del amor en ‘La Isla de las Tentaciones’
Finalmente, ambos volvieron a ponerse frente a frente. En ese preciso instante, los dos valencianos se rompieron reconociendo lo mucho que se habían echado de menos. Atrás parecían quedar las tentaciones con varios personajes de las villas.
El amor, en esta ocasión, triunfó. La gran tentación de Andrea y la insistente persistencia de Napoli no pudieron derrumbar los cimientos de una pareja que sin debate alguno tiene todo el futuro por delante. Juntos, después de la adversidad. Dejaron claro que el amor mueve montañas. Las tentaciones se quedaron solo en eso, de ahí que la pasión sobreviviese.