Kevin Systrom cumplió 40 años a fines de diciembre. El fundador de Instagram, hoy multimillonario, tiene una historia de vida increíble.
Kevin Systrom tenía apenas 22 años cuando rechazó una oferta de trabajo de un compañero de universidad de Stanford. Ese compañero era ni más ni menos que Mark Zuckerberg, el hombre que terminaría creando la red social llamada Facebook y revolucionaría así la forma vivir de casi todo el planeta. No fueron pocos los que pensarían que había dejado pasar de ese modo el gran tren de su vida. Sin embargo, el destino, que se guarda siempre relatos mágicos, le tenía preparada una jugada asombrosa…
Años más tarde, el propio Kevin Systrom se juntaría con el brasileño Mike Krieger para crear Instagram. El éxito fue casi de inmediato, la red social terminó revolucionado el mercado y quitándole millones de usuarios a Facebook. ¿Cómo acaba la historia? En 2012, el propio Mark Zuckerberg compra Instagram a cambio de una suma cercana a los mil millones de dólares. La vueltas de la vida, ¿no?
Kevin Systrom, el estadounidense de Instagram que no para pensar y de crear nuevas tecnologías
La historia de Kevin Systrom empieza en Holliston, Massachusetts, Estados Unidos. Allí nace el 30 de diciembre de 1983. Su interés por el mundo tecnológico comenzó desde muy niño, cuando crecía jugando al “Doom II”, creando distintos niveles y realizando nuevos programas para bromear con sus amigos. Su futuro relacionado con el mundo de la programación estaba claro. Así estudió en la Universidad Stanford.
Poco tiempo después de graduarse, ya comenzó a trabajar en Google. Allí hizo sus primeros contactos, conoció de cerca el gran negocio y vio de primera mano cómo el mercado internacional empezaba a poner sus fichas en la tecnología. Estuvo en la parte de Gmail, en Google Calendar, en Docs y en más productos. Siempre creando y probando nuevos métodos, siguiendo el lema prueba y error, prueba y acierto.
Tras salir de Google, se sumó a Nextstop y llevó luego a cabo el prototipo de lo que se llamó después Burbn. También desarrolló el filtro X-Pro II, un invento que se usaría más tarde en Instagram.
Instagram, justamente, aparece en 2010. Dos años después, es vendido a Facebook. Los números no están tan claros, pero varias versiones sostienen que, en dicha operación, Systrom terminó quedándose con 400 millones de dólares por dicha operación. Ya con 28 años, por citar un ejemplo de su grandeza, ya aparecía en la portada de la prestigiosa revista Forbes, señalando su fortuna y su veloz crecimiento en el mundo de los negocios.
